Hablar de piorrea es utilizar un término equivalente a decir periodontitis, una patología dental que merece ser detectada y tratada a tiempo para que no derive en situaciones de mayor complejidad.
Hoy los profesionales de Clínica Dental Gíngiva nos proponemos compartir una interesante información sobre esta dolencia para que sepamos estar alerta de sus síntomas y recurrir a los expertos en salud dental en cuanto tengamos indicios de ello.
La piorrea: la importancia de la detección y de un tratamiento eficaz.
Para hablar de piorrea o periodontitis hemos de remitirnos a otra patología previa a esta situación y denominada gingivitis, la cual se debe en su mayor parte a una higiene dental escasa e inadecuada a lo largo del tiempo.
La importancia de tratar a tiempo radica en que la gingivitis puede ser detenida y se puede revertir el daño que haya empezado a producir. De no ser así, de seguir adelante con la evolución de esta dolencia, acabará degenerando en piorrea o periodontitis, viéndose entonces afectada no sólo la encía sino también las piezas dentales, lo que complica muchísimo la detención y el tratamiento.
Se llama periodontitis porque el avance de la enfermedad afecta al conocido como periodonto o tejido sobre el que descansan las piezas dentales.
La piorrea avisa inicialmente en forma de gingivitis con algunos de estos síntomas:
- Sensibilidad al frío y al calor.
- Piezas que se mueven o desplazan.
- Mal aliento.
- inflamación y sangrado de encías…
Cuando deriva en periodontitis, los efectos son mayores y de peor pronóstico, tales como:
- Afectación de la salud en general, yendo más allá de la zona dañada.
- Pérdida de piezas.
- Retracción de encías dejando raíces al aire y absolutamente visibles.
El tratamiento de la piorrea dependerá del estado y la complicación de la enfermedad.
- Lo primero y fundamental es eliminar por completo las colonias de bacterias que están provocando esta dolencia. El curetaje dental, consistente en raspar y alisar la pieza afectada es el paso inicial en los casos leves y moderados.
- Posteriormente y según valore el profesional que nos trate, es posible que sea necesario tomar antibióticos.
- En casos más complicados en los que resulta insuficiente el paso anterior, se ha de recurrir a la cirugía periodontal que nos permite acceder a las llamadas bolsas periodontales en las que las bacterias siguen teniendo espacio donde anidar y continuar con su reproducción y expansión.
- En ocasiones se hace necesaria otra intervención para regenerar hueso o incluso encía.
Desde Clínica Dental Gíngiva hacemos hincapié en la absoluta necesidad de ser rigurosos no sólo en la detección precoz sino en el mantenimiento tras algún tratamiento o intervención contra la piorrea, dado que de no ser así, la proliferación de un nuevo foco de esta enfermedad sería lo más probable.
Deja una respuesta