La halitosis o mal aliento es un problema con importantes implicaciones en nuestra vida social y laboral. El mal aliento afecta a un elevado número de personas y les puede suponer un problema en su vida diaria, de ahí la importancia de conocer sus causas y sus tratamientos. No en todos los casos se trata de una afección crónica, sino que puede aparecer puntualmente en determinados momentos.
Las causas de la halitosis pueden ser variadas y para poder tratarla de forma adecuada y eficiente el primer paso es intentar identificar su origen. Dos de las principales causas de la halitosis son de tipo odontológico (problemas bucodentales) o relacionados con el aparato digestivo, aunque no son las únicas.
Problemas digestivos que pueden causar halitosis son el estreñimiento, gastritis, úlcera de estómago o duodenal. También afectaciones hepáticas o del sistema excretor (riñones) pueden causar mal aliento. En la mayoría de estos casos lo único que se puede hacer es seguir nuestro tratamiento e intentar disminuir los efectos mediante una alimentación adecuada y una estricta higiene dental. En los casos de estreñimiento, tanto la alimentación como tomar suplementos de fibra puede ayudar a disminuir sus efectos.
Los problemas bucodentales suelen ser las causas más habituales del mal aliento. Las caries no tratadas, una falta de higiene dental adecuada, problemas en endodoncias no detectados a tiempo, afecciones de las encías, etc. Todos estos son causas de halitosis que pueden tener solución realizando nuestras revisiones periódicas en la clínica dental y con una correcta higiene diaria, realizando un cepillado correcto, pasando el hilo interdental por zonas de difícil acceso y utilizando colutorios específicos para gingivitis u otros específicos prescritos por nuestro dentista.
Una mala alimentación puede ser también causa del mal aliento. También pasar muchas horas sin comer o tener la boca seca. Para ello la solución es sencilla y se trata de mantener la boca hidratada bebiendo agua con cierta frecuencia y realizar pequeñas ingestas de alimento (fruta o frutos secos, por ejemplo) entre las principales comidas. El consumo de lácteos (yogur, queso, etc…) pueden ser la causa del mal aliento; también la ingesta de cebolla y ajo; así como productos ricos en grasas.
Uno de los mejores aliados para la halitosis y un enemigo de nuestra salud bucodental es sin duda el tabaco. También el consumo de alcohol o un exceso de ingesta de café son causa de la halitosis en muchas ocasiones.
En ocasiones no se consigue identificar la causa y simplemente podemos actuar disminuyendo sus efectos. Lo que sí es fundamental para evitar su aparición es llevar buenos hábitos de higiene dental y realizar periódicamente revisiones de nuestra salud bucodental, tratando pequeñas caries que pueden dar lugar a ese mal aliento.
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