Llegado el momento todos coincidimos en que reponer un diente perdido es una actuación que se convierte en prioritaria y son muchas las razones que fundamentan esta necesidad.
Nuestros pacientes de Clínica Dental Gíngiva nos ponen de manifiesto la urgencia de esta intervención desde el mismo momento en que se produce la pérdida de la pieza, convirtiéndose casi en una consulta de urgencias, por la importancia en muchos ámbitos de no dilatar en el tiempo esta situación.
Hoy estudiamos esas razones por las que realmente se hace tan necesario reponer un diente perdido, sobre todo a determinadas edades.
Reponer un diente perdido: ¿Es realmente tan necesario?
Estamos muy acostumbrados a ver cómo a los niños de determinadas edades les faltan piezas dentales debido a que las iniciales o «de leche» comienzan a dar paso a las piezas adultas y definitivas.
En los más pequeños, esta circunstancia es incluso simpática y absolutamente transitoria puesto que de forma natural irán apareciendo las piezas maduras.
Sin embargo, cuando esta circunstancia se produce en adultos y se pierde por múltiples causas (caries, traumatismos, malos hábitos de alimentación y/o higiene, etc) alguna pieza, para nada se convierte en una situación divertida o plenamente natural, nada más lejos.
Llegados a ese punto, el paciente precisa y demanda un actuación generalmente ágil y rápida con la que suplir ese diente de forma que no se perciba de forma alguna su ausencia, ni por el efectuado ni por parte de los demás.
Pero, ¿por qué se hace tan necesario reponer un diente perdido?
- Cuando nos falta una pieza que tiene su función determinada dentro del diseño de nuestra dentadura perdemos efectividad a la hora de masticar lo que puede afectar a nuestra salud por la limitación en la ingesta de determinados alimentos básicos por sus nutrientes o puede llegar a influir en nuestras digestiones por implicar una masticación deficitaria de los alimentos.
- La ausencia de una determinada pieza y su no reposición afecta también a las condiciones del hueso donde se albergaba produciendo un desgaste del mismo y una importante pérdida de densidad.
- La lengua es otro órgano que puede verse afectado pues en ocasiones debe variar su colocación habitual para determinados movimientos básicos como los que se producen al comer o al articular palabras `pudiendo derivar en una macroglosia relativa (deformación de anchura y diseño original de la lengua)
- Movilidad dental de piezas cercanas: el espacio generado por la pieza perdida da pie a que otras piezas colindantes se vayan desplazando para ocupar ese exceso de sitio, lo que implicaría una movilidad y pérdida de la oportuna situación de los dientes que se están desplazando.
- Dificultades articulatorias: que ponen de manifiesto la incorrecta pronunciación de determinados fonemas afectando incluso a situaciones de comunicación personal y laboral.
- Problemas estéticos: las personas con piezas dentales perdidas y no reemplazadas se sienten inseguras, con una estética dental inapropiada, limitando con ello sonreír en público, conversar o intervenir en actividades laborales determinadas para evitar que los demás perciban esa situación. Ello puede afectar a su capacidad de relación y participación social, familiar o de pareja, influyendo en su autoestima y generando inseguridad y pudor.
Si te encuentras en el caso en que precisas reponer un diente perdido, los profesionales de Clínica Dental Gíngiva estamos a tu entera disposición para solucionarlo de forma adaptada a tu situación y caso personal, evitando así que pueda derivar en un problema de salud o limite tus actuaciones en el ámbito personal y profesional.
Deja una respuesta