Los implantes dentales tienen como finalidad restituir una pieza dental. Este procedimiento requiere de una serie de pasos. Descrito de forma breve serían tres: primero, una cirugía para la colocación del implante, prótesis a modo de tornillo que se atornilla en el hueso mandibular. Este hará específico que hará las funciones de la raíz del diente o la muela. Tras dejar pasar un período de unos dos meses para que se produzca la osteointegración se realiza la preparación de la encía con la eyección de los extensores desde el implante; y, finalmente, se colocará la corona, la prótesis con la que queda la pieza dental restituida.
La periodontitis es una enfermedad de las encías que causa la retracción de estas y puede conducir a la pérdida de hueso y a la pérdida de piezas dentales. Por tanto, sufrir periodontitis activa afecta claramente de forma negativa al éxito de un implante, ya que puede desencadenar un proceso inflamatorio e infeccioso en la zona del implante. Por ello es fundamental el tratamiento previo de esta patología y su estabilización antes de colocar un implante.
Esto es debido a que uno de los aspectos más importantes para el éxito de un implante es el proceso de fijación al hueso y su correcta osteointegración. En ocasiones, debido a la mala calidad del hueso precisamente por sufrir periodontitis, pueden ser necesarios realizar un injerto de hueso para poder colocar un implante fijo. En algunos casos concretos y dependiendo de la salud dental del paciente, su edad o el tiempo que lleve sin una pieza dental se puede recurrir también a implantes removibles. Cada caso debe estudiarse de forma particular en nuestra clínica dental.
En los casos de periodontitis en los que finalmente se realiza el implante es aún más importante si cabe, la realización de revisiones periódicas del implante para asegurar que no se está produciendo mucositis, inflamación de la mucosa, o periimplantitis, inflamación e infección en la zona de inserción del implante y pérdida de hueso que conduce al rechazo del implante. También los hábitos de higiene bucal son un aspecto fundamental, con la realización de un correcto cepillado utilizando cepillos de cerdas suaves.
Una periodontitis debe ser tratada previamente a la colocación de un implante con curetajes en profundidad y estabilizar la enfermedad. Una vez hecho esto se debe valorar la calidad del hueso según su afectación y la colocación de injertos óseos. Finalmente, tras la colocación del implante, se requerirá de un estricto seguimiento por parte de nuestro odontólogo.
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